miércoles, 10 de septiembre de 2008

EMPEZÓ EL COLE...


 
VUELTA AL COLE...
pensando
Querida Celia,
Como tú bien dices, hoy empiezas “el cole ”.
Tus ocho años te permiten una perspectiva de madurez después de tu experiencia en la guardería y en los dos  primeros cursos de Primaria que ya muchos querríamos tener cada vez que afrontamos algo nuevo en nuestra vida.
Estos días previos han estado llenos de momentos familiares que, año tras año, aprenderás a valorar. Comprar los libros, los zapatos, ropa de sobra… marcando con tu nombre las prendas que van a ser colgadas en tu percha… No sólo es un día especial para ti sino para todos. Por eso no quisimos desdeñar ni un solo segundo de ese ritual tan entrañable del comienzo del cole.

Hoy, al levantarte, rezumabas alegría e ilusión. Creo que éstas son ingrediente imprescindible a la hora de empezar cualquier proyecto. Tú lo haces bien. Te vestiste hablando del patio que estabas por conocer, de los amigos que te están esperando, de la maestra que aún no estaba confirmada… 
Desayunaste en casa (¡¡Cola-cao con grumitos!!), igual que vas a hacer en los próximos… ¡buf!… años. Y allí nos fuimos papá, mamá y tú al cole. En pleno. Porque la ocasión lo merece. Porque queríamos estar a tu lado. Porque querías tenernos cerca. Una vez allí, y delante de esa puerta en las que os tenemos que dejar desde el primer día, nos diste un beso ( a mí, el de papá se te olvidó¡¡) y sin vacilar te fuiste tragando los escalones uno a uno para, una vez arriba, no mirar atrás y dejarte llevar a la que es tu nueva clase.
Tanto tu padre como yo hemos sido buenos estudiantes. Ambos hemos disfrutado del cole, apreciado a los profesores y forjado parte de nuestro futuro entre sus paredes. No podemos decirte nada malo sobre la experiencia. Nada saldrá de nuestra boca ni de nuestra cara que te incite a echarte para atrás. Ir al cole es salir al mundo desde bien pequeño. Es aprender conocimientos, ir creciendo en capacidades, respetar límites, normas y autoridad, poner al servicio de otros lo que uno mejor tiene, descubrir en cada compañero una oportunidad, aprender a ser agradecido a aquellos que se levantan cada día con el único objetivo de ayudarnos a ser mejor de lo que ya somos… Va a ser en el cole donde se forjen las amistades primeras y, posiblemente, las más verdaderas y duraderas. Va a ser en el cole donde puede que descubras el enamoramiento, las primeras caricias, los besos tempranos… El cole es un hervidero de sueños compartidos, de esfuerzos constructivos, de sentimientos apasionados. Llegarán los madrugones, los exámenes, las notas, los suspensos, los aprobados o los sobresalientes. Llegarán las notitas furtivas, los soplos silenciosos, los disgustos y las satisfacciones. ¿No te parece una aventura maravillosa? ¿Dónde se da más?
Tu padre y yo hemos intentando elegir un buen centro para ti. Un centro donde no sólo te transmitan letras sino también valores, además mamá estudió también en ese Centro y, tiene muy buenos recuerdos. 
Alguna vez comprenderás y valorarás la tensión con la que unos padres luchan para que sus hijos reciban una educación que esté en sintonía con lo que creen y lo que son.
Nosotros hemos tenido suerte, porque hemos encontrado un Centro donde se respetan nuestras ideas y, a pesar de ser un Centro Católico no recibirás educación religiosa (entendemos que esto forma parte de la esfera privada de la familia) pero sí  te enseñarán valores que compartimos como la solidaridad y el respeto a los demás. Además de tener una clase exclusiva de "valores" que se llama "aprender a vivir".
Ojalá aproveches al máximo esta oportunidad desde ya, desde tu clase llena de colores y libretas hasta que, si las cosas no se tuercen, vuelvas a salir dentro de unos años con otras perspectivas por delante. No tenemos expectativas para ti. Ni planes. Ni preferencias. Sólo queremos que seas feliz, que cada pasito dado por ti, aún sin ser capaces de entenderlo, te acerque a la vida que irás soñando. Intentaremos hacerlo lo mejor posible.
Poco más cariño. Mañana volveremos a llevarte al cole entre risas y canciones y volveremos a emocionarnos al irte a buscar viendo lo a gusto que estás.
Un abrazo muy fuerte y muchos besos con sabor a chuche.
Papá y Mamá.