Carta para Celia

Mi Querida Celia:

Ya ha pasado tu cumpleaños, los nervios de los preparativos, tu ilusión diseñando las invitaciones, la elección de tu tarta  (¿como no? de Hannah Montana), la merienda con tus amigos y amigas … y ya tienes nueve años¡¡¡.

Como cada cumpleaños, desde que naciste, hemos querido que sea un día muy feliz… tan feliz como el día que llegaste a nuestras vidas … estos días previos hemos estado recordando papá y yo cómo fue ese día…ese 6 de Febrero del año 2000. Cuando después de muchas horas de esperarte al fín naciste, te pusieron enseguida en mis brazos, naciste con los ojos abiertos y no podré nunca olvidar esos enormes ojos con los que me mirabas, no dejabas de tiritar y te temblaba mucho la barbilla mientras llorabas.

A papá no le dejaron entrar cuando naciste y cuando te llevaban fuera para que te conociera le pedí a la enfermera que te dejara  conmigo y así yo vería su reacción al conocerte... además ese momento era mágico... nadie nos lo podía quitar¡¡

Y de verdad que fué mágico... porque nos pusimos los tres a llorar y ha sido de los momentos más hermosos que he vivido en mi vida... sí, ya se que te lo he contado muchas veces, cada vez que me lo has pedido  y te aseguro que han sido muchas, pero no me importa porque es hermoso recordarlo.

Y, desde entoces hemos llenado nuestros días de tardes de juegos, de risas complices, de pompas en la bañera, de meriendas con colacaos, de besos de buenas noches, de veranos llenos de sol, de cuentas y tablas de multiplicar...

Mi querida Celia, viniste a nuestras vidas a hacernos felices  y a llenarnos de amor, y hoy nueve años después puedo decirte que cada día que pasa  estoy más orgullosa de ser tu madre.

Te quiero,

Tu mamá.