viernes, 23 de octubre de 2009

CON EL ÁLMA TRISTE...

Sentada en el sillón del AVE, camino de Valladolid, dejándome llevar por el sonido que hace el trén, siempre me ha gustado el trén, cuando se desliza por las vías..., con un libro medio abierto, o mejor dicho medio cerrado porque no era capaz de hilvanar un párrafo con otro ... en un duermevela cómodo, cálido, lógico después de madrugar tantísimo para cruzar media España... pensaba en el cielo tan gris que cubría la llanura castellana, parecía que de un momento a otro, ese cielo iba a romper la tranquilidad del ambiente, y una tromba de agua caería con una fuerza tremenda..

Estamos llegando, lo noto porque la gente, los viajeros y viajeras que me acompañan en este vagón, comienzan a moverse nerviosos en sus asientos, algunos incluso se ponen en pié y con sus maletas esperan ya en la entrada a que el tren frene y abra sus puertas...no tengo prisa, espero que vayan saliendo y después lo hago yo...muy ligera de equipaje, como he aprendido a  viajar últimamente.

Nada más poner un pie en el andén, un frío gélido y seco me corta la respiración...no estoy preparada para este frío, vengo de tierras cálidas y esta temperatura me ha sorprendido con mucha antelación...a mi alrededor todos y todas se ponen sus abrigos, se colocan guantes, se lian bufandas...y yo permanezco curiosa mirándolos y riendome para mis adentros de la  fina rebeca que me cubre y, me sorprendo pensando que tendré que comprarme algo de más abrigo antes de ir a la Facultad.

Con un gesto automático, introduzco la mano en el bolso y saco el móvil, el instrumento de trabajo que me acompaña con llamadas, mensajes, e-mails...que hace que esté en contacto con todo el trabajo que me he dejado en mi ciudad.

Me sorprende ver que tengo muchas llamadas perdidas, de familiares, de amigas y amigos, y un mensaje del Partido... allí de pié en el andén con los dedos temblorosos abro el mensaje sabiendo, sospechando lo que me voy a encontrar: "...perdida irreparable, ha fallecido nuestro querido compañero Fructuoso Miaja...", y la noticia cae sobre mí como una inmensa losa que me deja sin respiración unos minutos, ha muerto el tito Frutos, el amado hermano de mi abuela María, el tio que ocupó el lugar del padre ausente  de mi madre y mis tias, el hombre que luchó por sus ideales y porque hoy tuvieramos una España libre...el hombre que luchó en una Guerra Civil entre hermanos y, que luego vivió unas represalias durisimas que los vencedores pensaron se merecían los vencidos...aún recuerdo a mi abuela contando como huía de los que les perseguían, y como estuvo escondido en la Barriada de Benzú, en casas de amigos, o entre los acantilados, y como mi abuela, joven, valiente, hermana, se arriesgaba e iba a buscarlo a llevarle comida y ropa... he crecido con estas historias, he vivido la alegría de mi abuela cuando su hermano llegó a la Alcaldía y al Senado, he visto lo orgullosa que se sentía de ver los logros de su hermano porque esos logros eran del Partido que ella tanto amaba.




Ahora, el frío de Valladolid se me ha metido dentro y me está helando el álma...el cielo antes encapotado deja caer, al principio timidamente, y al momento con más intensidad una lluvia fría... la gente corre a guarecerse y yo permanezco allí de pie, digiriendo la noticia, que por esperada, no es menos dolorosa, y lloro... mis lágrimas son por los ausentes, porque se están alejando las personas que siempre han estado en mi vida, que han sido baluartes de la familia, que forman parte del atrezzo de mi infancia, porque ya no escucharé su voz, ni sus historias...

Y, bajo este cielo gris, encapotado al igual que mi álma... envidio la esperanza de los creyentes...porque si lo fuera encontraría consuelo pensando, imaginandome a mi abuela María con los brazos abiertos y una sonrisa inmensa recibiendo a su amado hermano, continuando conversaciones que se dejaron a medias... pero claro ...¿Tenemos un cielo la personas ateas?...

Ayer, se nos fue parte de nuestra memoria historica, es nuestra responsabilidad trabajar porque esta memoria no quede olvidada... alzo mi puño y entono la canción de cuna que nos tarareó la abuela...

Siento no haber estado ahí, gracias a todos y todas los que nos habeis dado animos y mandado mensajes...

Hoy, Valladolid ha amanecido igual de fría y gris... ¿O soy yo?